Y También La Lluvia: Con el Corazón en la Tierra y el Agua
Y También La Lluvia dirigida por la directora española Icíar Bollaín y estrenada en el 2010 es una película que refleja la realidad poscolonial del mundo en el que habitamos, específicamente la relación entre colonizadores y colonizados. La película retrata los acontecimientos de la Guerra del Agua en Cochabamba, Bolivia, desde la perspectiva de un grupo de artistas que viajan desde España a Bolivia para el rodaje de una película.
La gran ironía de esta película es que el rodaje que los personajes planean hacer tiene como fin retratar las injusticias y la mentalidad colonizadora de Cristóbal Colón y los españoles de los 1400s. Sin embargo, al hacer esto, los artistas en sí son parte del proceso poscolonial, ya que no respetan las costumbres, le pagan solo dos dólares al día a los extras y obligan a los extras a hacer tareas adicionales para ahorrar dinero de producción. Un ejemplo de la falta de respeto por parte del productor, Costa (Luis Tosar), es cuando toma la decisión de ir a Bolivia y reclutar miembros de los pueblos Quechua para representar a los Taíno, quienes son con los que Colón se encontró al llegar a América. Al ser confrontado, Costa dice que son indios y “son todos iguales”. Esto es un vivo ejemplo de la mentalidad poscolonial que aún habita en las mentes de nuestra sociedad, sobretodo en las élites, las zonas urbanas y los países del tan llamado primer mundo.
Discutir la representación de los pueblos indígenas requiere una especie de meta-análisis. El punto de la película es, precisamente, resaltar la explotación de las personas desfavorecidas (en este caso los indígenas, quienes no solo son mal pagados, pero también están lidiando con la amenaza de la privatización del agua), pero para hacer esto, la película necesita deshumanizar a los indígenas y hacer comentarios derogatorios. Es crucial que la audiencia esté presente y consciente del objetivo de la película, ya que de otra manera esta se podría considerar racista y podría tener un efecto devastador. Como lo dice Stephen Holden en el NY Times, la pelicula “risks subverting its own good will. You can’t help but wonder to what degree its makers exploited the extras recruited to play 16th-century Indians. Inevitably “Even the Rain” is trapped inside its own hall of mirrors.”
Un punto que cabe destacar, es que a los indígenas se les representa como un grupo luchador, que no se queda atrás cuando se trata de defender sus derechos. El personaje de Daniel (Juan Carlos Aduviri) es un personaje hermoso, bien definido, con la cabeza clara y el corazón en la tierra, con su gente. Él no se deja llevar por la fantasía y el dinero relacionado con la fama, y su prioridad es siempre la gente y el acceso al agua. Este personaje es expuesto de forma contundente, su primera acción delante de la cámara es defender a la gente que hace la cola para el casting, imponiéndose ante los Españoles, tal indigena en la presencia de los colonizadores en el siglo XV.
En general, Y También La Lluvia es una película punzante, que invita a la audiencia a cuestionar la autoridad, la ética y los sistemas coloniales que aún existen, aunque no en la forma de exportar el oro y esclavizar indígenas.